Investigadores de la Universidad de Florida (Estados Unidos) han concluido un estudio en ratones con el que han comprobado como la exposición al humo del tabaco activa un mecanismo en el cerebro que los hace dependientes a la nicotina, según los resultados que aparecen publicadas en el último número de la revista 'Springer Psychopharmacology'.
En dicha investigación, que constó de cuatro series diferenciadas, se examinó la respuesta del cerebro ante la exposición pasiva al humo durante varias horas al día y si los ratones mostraban síndromes de abstinencia.
Así, en una de las series los roedores fueron equipados con una sonda intracraneal para medir los aspectos emocionales de la abstinencia mientras que en otros experimentos se analizó la pérdida de apetito y los efectos del hipocampo del cerebro, la zona más sensible al humo y la nicotina.
De este modo, según explicó el autor de la investigación, Adrie Bruijnzeel, las ratas expuestas al humo de tabaco mostraron signos de abstinencia, tanto afectivos como físicos, y cambios en el hipocampo que sugieren que estos animales "pueden usarse para investigar los efectos del humo del tabaco sobre el cerebro humano y para evaluar la eficacia de nuevos tratamientos para la adicción al tabaco".
La nicotina, así como muchos otros compuestos en el humo del tabaco, actúan juntos en el sistema de recompensa del cerebro y son adictivos en los fumadores aunque, tras esta investigación, se comprueba que la exposición pasiva también puede provocar efectos a largo plazo.
domingo, 13 de diciembre de 2009
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