Investigadores de ocho centros de Países Bajos aseguran que el tratamiento con aspirina no sirve para evitar los abortos recurrentes, pérdida involuntaria de al menos dos fetos por razones que se desconocen y a las que, en cualquier caso y tras el resultado de un estudio, no afecta este anticoagulante, según los datos presentados en el marco del Encuentro Anual de la Asociación Americana de Hematología (ASH, en sus siglas en inglés) que se celebra estos días en Nueva Orleans (Estados Unidos).
En los últimos años, la práctica clínica había apostado por el uso de la aspirina, bien sola o en combinación con heparinas de bajo peso molecular, para tratar de evitar estas interrupciones espontáneas del embarazo, basándose en la creencia de que su origen estaba en el coágulo de la placenta que cortaba el suministro de dentro de nutrientes al feto.
Para corroborar o no esta asociación, se ha llevado a cabo un estudio con 364 mujeres de entre 18 y 42 años que llevaran menos de seis semanas embarazadas y hubieran sufrido, al menos, dos abortos recurrentes durante las primeras 20 semanas de gestación.
El problema ha sido cuando, como explicó uno de los autores del estudio Stef Kaandorp, del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Centro Académico-Médico de Amsterdam, se ha comprobado que las posibilidades de embarazo eran similares con independencia de que tomaran aspirina (50,8%), aspirina más heparina (54,5%) o placebo (57%).
"El estudio demuestra claramente que la aspirina, sola y en combinación con heparina, no impide la aparición de abortos involuntarios y, por tanto, se debe evitar exponer a estas mujeres a riesgos innecesarios como los derivados de un tratamiento con anticoagulantes", aseguró.
Además, concluyó Kaandorp, en las mujeres tratadas con aspirina también se produjeron efectos secundarios con más frecuencia, sobre todo reacciones en la piel.
lunes, 7 de diciembre de 2009
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